noviembre 20, 2009

La.tregua:carta.

;Querido mío:
;Hace tres semanas que llegué. Tradúcelo: tres semanas
que duermo sola. ¿No te parece horrible?
;Tú sabes que a veces me
despierto de noche y tengo absoluta necesidad de tocarte,
de sentirte a mi lado. No sé qué tienes de reconfortante,
pero el saberte junto a mí haces que en el semisueño
me sienta bajo tu protección.
;Ahora tengo horribles pesadillas,
pero mis pesadillas no tienen monstruos. Sólo consisten
en soñar que estoy sola en la cama, sin ti. Y cuando
despierto y ahuyento la pesadilla, resulta que efectivamente
estoy sola en la cama, sin ti. La única diferencia
es que en el sueño no puedo llorar y, en cambio,
cuando me despierto lloro, ¿Por qué me pasa esto?
;Sé que estás en Montevideo, sé que te cuidas, sé que piensas en mí.
¿Verdad que piensas?
;Esteban y la nena están bien, aunque sabes
que tía Zulma los mima demasiado.
;Apróntate a que, a nuestro regreso, la nena no nos
vendrán esas cuantas noches. Por Dios,
¿cuándo vendrán esas cuantas noches?
;Tengo una noticia, ¿sabes? Estoy otra vez embarazada.
;Es horrible decítelo y que no me beses. ¿O para ti no es horrible?
Será varón y le pondremos Jaime.
Me gustan los nombres que empiezan con jota.
;No sé por qué pero esta vez tengo un poco de miedo. ¿Y si me muero?
Contéstame pronto diciéndome que no, que no voy a morirme.
¿Pensaste ya qué harías si yo me muero?
;Tú eres animoso, sabrías defenderte; además, encontrarías enseguida
otra mujer, ya estoy espantosamente celosa de ella.
;¿Viste qué neurasténica estoy? Es que me hace mucho mal
no tenerte aquí, o que no me tengas alli, es lo mismo.
;No te rías; siempre te ríes de todo, aun cuando no se
trate de nada gracioso. No te rías, no seas malo.
;Escríbeme diciendo que no voy a morirme. Ni siquiera como alma
en pena podría dejar de extrañarte.
;Hace tres días que está lloviendo. Yo me siento junto al balcón de
la sala y miro la calle. Pero por la calle no pasa ni un alma.
;¿Será niño o niña? Si fuera niña puedes elegir el nombre,
siempre y cuando no sea Leonor.
;Mira, me gustan los hijos, los quiero mucho, pero lo que más me gusta
es que sean hijos tuyos.
;Ahora llueve frenéticamente sobre los adoquines.
;Voy hacer el solitario de los cinco montones, el que me enseñó Dora,
¿te acuerdas? Si me sale, es que no me voy a morir de parto.
;Te quiere, te quiere, te quiere, tu Isabel.
.
.
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P.D: ¡Salió el solitario! ¡Hurra!



La carta de Isabel hacia Martín - La Tregua . Mario Benedetti.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡gracias!, saludos.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.